A esta altura, un espectáculo del Sodre – o de la compañía
dirigida por Julio Bocca- es sinónimo de calidad, incluso para quienes están lejos
del ballet. Pero más allá de la redundancia, vale la pena destacar la última
iniciativa de uno de los mejores bailarines de todos los tiempos por popularizar
la danza en Uruguay. Esta vez, Bocca invitó a Jorge Drexler a componer la música
de un ballet y a Martín Inthamoussu a crear la coreografía. La única pauta: que
la obra durara menos de media hora.
El resultado fue un éxito llamado Tres hologramas, la última de las tres obras presentadas en el
espectáculo que el Sodre presenta desde el 6 al 15 de junio. A la interesante
coreografía de Antony Tudor, le sigue la imponente creación de Nacho Duato.
Pero lo mejor llega al final cuando el cuerpo de baile del Sodre se luce con y
gracias a las composiciones de dos artistas uruguayos. Una sinergia concebida
por Bocca. La música, con guitarras típicas de las milongas de Drexler, cuya
voz aparece –poco- en la pieza, es el contexto perfecto para la coreografía moderna
de Inthamoussu.
Los bailes colectivos se lucen con soltura, fluidez y
precisión, demostrando una vez más la técnica que estos jóvenes aprendieron de
su maestro. Una de las características que hacen de este un espectáculo de ballet
moderno fresco, atractivo y completo. El dinamismo de las danzas grupales contrasta
con los momentos en los que el protagonista está solo alumbrado por un
foco de luz. El vestuario colorido y sobrio, al igual que las luces, acompañan
el lirismo de la música y la danza de esta obra imperdible.
Todavía quedan entradas
para disfrutarla. Hoy mismo.
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